El relevo generacional en el campo extremeño

El relevo generacional en el campo extremeño no es solo una necesidad asociada a la subsistencia del medio rural (empleo, servicios, etc.), sino que también se está consolidando como una política pública clave para dinamizar estos entornos.

Hay que poner, por otra parte, la cuestión del relevo generacional de la agricultura extremeña en el contexto de las medidas proteccionistas y legislación comunitaria, que suponen influencias insoslayables.

Cualquier analista experimentado conoce la recesión generalizada del sector primario español a lo largo de la segunda mitad del siglo XX. Sin embargo, también es cierto que algunas medidas han contribuido a poner en valor esta actividad clave para la sostenibilidad territorial.

Vale la pena profundizar en las ayudas concretas al campo extremeño para potenciar el empleo joven. En primer lugar, hay que destacar que, por ejemplo, durante 2010, la Junta de Extremadura destinó 16 millones de euros a las ayudas para la primera instalación de jóvenes agricultores en la Comunidad Autónoma. No se trataba de una medida aislada, sino que formaba parte del Programa de Desarrollo Rural 2007-2013. Estas ayudas, por otra parte, se complementaban con las que contribuían a la financiación de los sectores olivareros y viticultores, fuertemente afectados por la caída de precios asociada a la crisis económica atravesada desde 2008. A grandes rasgos, estos programas sirven para consolidar la población del medio rural y garantizar su futuro.

De hecho, estas medidas han tenido continuidad y se espera que, hasta 2020, 15.000 jóvenes extremeños se decidan a trabajar en el sector primario. En este sentido, hay que recalcar que un agricultor joven puede llegar a generar ocho o nueve puestos de trabajo indirectos.

Por último, como señaló el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, el campo extremeño no ha de vender solo productos, sino también experiencias y sensaciones.